Uno de los mitos mas grandes que se pudo comprobar para dejar de serlo, es el de la presencia de un gran número de barcos tripulados por corsarios o mercenarios que se disputaban con los navíos enviados por las diferentes coronas de Europa, la posesión de todas esas piedras preciosas y oro que se enviaba diariamente al viejo continente. Estos personajes no eran tan simpáticos como se los grafica en las películas que todos pudimos ver con Jhonny Deep como actor principal. Eran épocas complicadas y estos hombres estaban dispuesto a entregar su vida al crimen durante algunos años para luego poder retirarse a tiempo del «negocio» y disfrutar de todos los tesoros que se repartían dependiendo de la jerarquía de cada persona dentro de un grupo. Aunque no todos llegaros a esos días tan ansiados porque morían en el intento ya que los enfrentamientos eran por demás intensos y morían tripulantes de ambos bandos en cada oportunidad.

Debido a este tipo de bajas se programaban importantes programas de reclutamiento de muchas personas que se sentían atraídas a realizar esta actividad. En Santo Domingo se han realizado reuniones cumbres entre estos piratas y la más recordada es aquella en la que exploto parte del barco del famoso pirata Morgan que fue uno de los más despiadados de todos los tiempos.